viernes, 9 de mayo de 2014

A TRAVES DE LA CONSERVACIÓN GARANTIZAMOS UNA BUENA ALIMENTACION

Al comprar los alimentos debemos permanecer con ellos el menor tiempo posible fuera de su debida cadena de frió   para que no ocurran alteraciones de los alimentos provocadas por el aire, falta de temperatura, oxigeno.
Darle un adecuado almacenamiento para evitar infecciones transmitidas por alimentos o evitar contaminación
cruzada.
La limpieza y desinfección para garantizar la menor contaminación de los productos, separarlos según el tipo de alimentos perecederos Carnes, frutas, leche y derivados,   los granos, harinas, legumbres a temperatura ambiente en un sitio limpio y organizado.
El tiempo máximo en el que un alimento conserva todas sus propiedades organolépticas, nutricionales y sanitarias se denomina vida útil.
Los sistemas de conservación más frecuentes y tradicionales que se utilizan, son:
 Frío: refrigeración (Entre 0º y 5ºC), Congelación (menor a -18ºC).
Hay que mantener la CADENA DE FRÍO, que consiste en mantener el frío (refrigeración o congelación) durante todo el proceso por el que pasa el alimento: producción, transporte, recepción, almacenamiento, venta al consumidor.
Si no se mantiene la temperatura adecuada durante todo el proceso el alimento sufrirá consecuencias irreversibles.
 Calor: sólo se destruyen los microorganismos con calor. Los más conocidos son: Pasterización, Cocción, Esterilización, Ultra pasterización (UHT).
 Eliminando parte del agua del alimento: Desecación, Salazón, Curado, Azucarado, Ahumado.
 Otros: uso de conservantes.

Según la facilidad con la que se alteran los alimentos los podemos
Clasificar en:

 Estables o no perecederos:. Son aquellos que contienen menos de
Un 12% de agua libre. Ejemplo, azúcar, harina, granos.

Semiperecederos: Contienen menos de un 60% de agua libre,  
 Ácidos o azúcares que dificultan el desarrollo microbiano. Es el
Caso de las papas, manzanas, nueces sin cáscara,.... Si se
Manipulan y conservan de forma adecuada tardan en alterarse.

 Perecederos: Se alteran con facilidad si no se utilizan procedimientos de conservación específicos como las carnes, pollo, pescados, leche y sus derivados.
Los agentes que provocan este fenómeno de alteración, son principalmente los siguientes:

 Agentes físicos: son generalmente los atmosféricos, tales como grado de humedad, actividad del agua, la temperatura y el tiempo.

 Agentes químicos: el oxígeno del aire y la luz, que provocan fenómenos de oxidación, el pH y la acidez.


 Agentes biológicos: es la propia composición del alimento, como puede  ser el caso de las enzimas propias del producto y las procedentes de las bacterias, levaduras y mohos. También han de nombrarse  otros agentes como parásitos, roedores...

No hay comentarios:

Publicar un comentario